Hay quien dice que hago fotografías demasiado clásicas, otros al contrario que soy moderno. Hay quien opina que hago fotos muy atrevidas y a otros les parecen muy íntimas. Yo no se como definirme, pero creo que el reportaje de boda que os voy a enseñar a continuación es una mezcla de todo eso.
Si ser clásico es no olvidarnos de que estoy fotografiando una boda y tener la foto de la madrina con su hijo caminando por el pasillo entre los invitados o tener unos bonitos retratos de novia, desde luego que soy clásico! Usar unos colores parecidos a la película analógica de toda la vida para que vuestras fotos nunca se pasen de moda, también debe ser algo clásico.
Si moderno es hacer encuadres creativos, jugar con la luz y no sentarme en toda la cena sin parar de hacer fotos, ¡pues será que soy moderno!
Desde luego atrevido soy, no me corto un pelo en fotografiar a Chusa en ropa interior mientras la visten de novia. Eso sí, esas fotos no las veréis, solo las de Campo Anibal!
Y desde luego también hago fotografías más íntimas, no hay más que mirar las miraditas que Lluis lanza a su mujer o las lágrimas de su hermana.
Os dejo ya con las fotos de esta boda. Además, con sorpresa al final.
Arantxa Ventura Make-Up y Juma peluqueros fueron los encargados de realzar la belleza de esta pareja. Los prendidos y el ramo de novia es un DIY de la propia chusa. La ceremonia fue civil, en los jardines de la masía Campo Aníbal. Florisan puso las flores. El fotógrafo de boda fui yo, claro, jajaja!