Escrito por Sara Rubio WP
Por definición, una Organizadora de bodas es una profesional que se dedica a asesorar a un cliente con la organización, planificación y coordinación de su boda.
La figura de Wedding Planner nació en EEUU en la década de los 50 como consecuencia de la incorporación de la mujer a la vida laboral. Este hecho provocó que no dispusieran de tanto tiempo para organizar su boda y necesitasen la ayuda de un profesional.
Pero…¿qué es “ser una Wedding Planner”?
Va mucho más allá de un servicio de asesoramiento, acompañamiento y diseño de una boda. Se trata de, por un lado, conocer a dos personas que han decidido unir sus vidas, y por otro, conocerlos como pareja. ¿Es diferente? ¡Lo es!
A nivel individual, cada uno de los novios tendrá sus expectativas formadas por el entorno que les rodea, la vida que han vivido, los sueños que tengan…
A nivel pareja, puede haber distintas situaciones. Es cierto que la gran mayoría discreparán en algunos (o muchos) conceptos, pero, cada pareja tendrá su grado de “compromiso por el que ceder” para satisfacer a su media naranja.
Conocerlos tanto a nivel individual como en pareja, facilita a la Wedding Planner ayudarles a encontrar un consenso entre ambos. Es este el motivo por el que nos interesamos muchísimo en conocer la historia de los novios.
¿Cómo es una Wedding Planner?
Cada una tiene su estilo propio, con un factor común, han llegado hasta aquí para ayudar. Sí, es una profesión. Sí, son profesionales formadas para que todo ocurra al detalle. Pero además, son personas muy empáticas capaces de ponerse en la piel de los novios para que tengan ese día soñado.
Y esto no ocurre solo con la pareja. La Wedding Planner creará un tándem perfecto junto a todos los proveedores, una sinergia personal y profesional para que todos trabajen bajo un ambiente agradable en el que sientan el apoyo de una persona que tendrá controlado todos los tiempos y momentos del día. Porque si todos ellos forman un gran equipo, no habrá nada que pueda impedir que vuestro día sea increíble. Para que esto ocurra, nada mejor que elegir bien a cada profesional y dejarles hacer su trabajo con la mayor confianza posible. Puede que vosotros solo os caséis una vez, pero ellos llevan muchas bodas a sus espaldas ¡Confiad siempre en ellos!
Y por supuesto, las Wedding Planner se emocionan junto a la pareja; pese a tener todo controlado el día B, sienten ese gusanillo en el estómago mezcla de ilusión y nerviosismo. Y como no, se les escapa alguna que otra lágrima.
Y es que, tras todo el tiempo que comparten con los novios, las experiencias vividas durante el proceso e incluso, las confesiones, se llega a crear una relación personal bastante intensa.
Recordad, vuestra boda…¡también es la suya!