Pues las dos últimas bodas que he fotografiado me han llevado hasta Albacete, y he de decir que ambas han sido bodas deliciosas, elegantosas pero sobre todo muy divertidas.
Ya visteis la preboda de esta pareja, que vinieron a propósito para las fotos -y comerse una paella y bañarse en la playa-, y un caluroso día de junio me tocó a mi, empezando por Dani, que estaba alojado en el Parador de Albacete, y asistido por parte de la familia.
Hay días en los que el sol brilla con más fuerza, en los que la vida parece más intensa, en los que el amor se palpa en el aire. Y ese fue el caso de la boda de Virginia y Dani, una pareja encantadora que se dio el “sí, quiero” en una jornada diurna llena de emoción y belleza.
Luego nos pasamos por casa de Virgina, con los clásicos nervios preboda…
… para salir pitando hasta la Finca los Prados, a las afueras de Albacete
Desde el primer momento en que llegué al lugar de la ceremonia, supe que iba a ser una boda especial. El jardín estaba lleno de flores y de detalles cuidadosamente escogidos, que reflejaban la personalidad de los novios: una bicicleta vintage, un letrero hecho a mano, una mesa de madera rústica… Todo invitaba a la fotografía, a la captura de esos momentos mágicos que quedan para siempre en la memoria.
Y así empezó mi trabajo: con la luz del sol filtrándose entre las hojas de los árboles, con los amigos y familiares llegando poco a poco al jardín, con los nervios a flor de piel. Me encanta fotografiar esos instantes previos a la ceremonia, en los que todo es posible y el amor se siente más fuerte que nunca. En este reportaje podréis ver algunas de las fotos que más me emocionaron: el abrazo de la madre de la novia, las risas de los amigos del novio, la complicidad de Laura y Juan.
Y luego llegó el momento de la ceremonia, ese instante mágico en el que el mundo se detiene y solo importa el amor de dos personas que deciden unir sus vidas. La ceremonia fue preciosa, sencilla pero llena de emociones: las lágrimas de los novios, las sonrisas de sus amigos, los detalles cuidadosamente escogidos por la pareja. Y yo, con mi cámara en mano, traté de capturar todo eso en imágenes que reflejaran la belleza y la poesía del momento.
Después de la ceremonia, llegó el momento de la sesión de fotos con los novios. Y qué puedo decir de ellos… Son una pareja que rebosa amor, complicidad y alegría. Pasear con ellos por el jardín fue como estar en un cuento de hadas: la luz del sol, los colores de las flores, los gestos de cariño… todo era perfecto. En este reportaje podréis ver algunas de mis fotos favoritas de esa sesión: Abrazados, Virginia riendo, Dani mirando a su amada con ternura.
Y finalmente llegó la fiesta, ese momento en el que todo explota en alegría y diversión. La comida fue deliciosa, la música hizo bailar a todos y los amigos demostraron por qué son tan importantes para ellos. En este reportaje también podréis ver algunas de las fotos más divertidas de la fiesta: las risas, las muecas, las bromas.
En resumen, la boda de Laura y Juan fue un auténtico sueño hecho realidad. Y yo, como fotógrafo de bodas, tuve la suerte de poder capturar algunos de los momentos más bellos y emotivos de ese día.
[wp-svg-icons icon=”arrow-right-2″ wrap=”i”] Por cierto, si buscas un fotógrafo en Valencia para tus eventos, bodas o sesiones, ya tengo agenda para 2022 y 2023:
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